El motivo de esta insólita reunión de las Grandes Damas británicas se debe a su visita a la lujosa tienda Fortnum & Mason, que se encuentra en Picadilly, en el centro de Londres. Este establecimiento es proveedor de la Casa Real inglesa desde hace siglo y medio. Además, descubrieron una placa conmemorativa a esta visita tan singular.
Con este acto se demuestra la buena relación que la Reina mantiene con su nuera, así como con la hija de su nieto y futuro Rey de Inglaterra. La duquesa de Cambridge acaparó la atención de los presentes no solo por su belleza, sino por su estilo y elegancia con un abrigo azul y las flores muy primaverales amarillas en la solapa.
